¿Vas a visitar Sydney? ¿Te interesa conocer una parte importantísima de la historia de Australia? Ponte cómodo, que te vamos a contar todo sobre un sitio imprescindible: los Hyde Park Barracks.
Seguro que ya sabes que los primeros pobladores europeos de Australia fueron convictos de las islas británicas, a quienes se conmutaba o acortaba la condena si se iban a cumplirla al otro lado del mundo.
En este post te llevamos a visitar los Hyde Park Barracks para descubrir cómo vivían estos convictos y cómo su situación fue evolucionando a la par que la del país. Sin duda, el mejor sitio para aprender un poquito más sobre la historia de Australia. ¿Te apuntas?
Se calcula que casi 165.000 convictos fueron transportados hasta Australia entre 1788 y 1868. Unos 50.000 pasaron por los Hyde Park Barracks, uno de los edificios más antiguos de Sydney, construido por los propios presos y que estuvo en funcionamiento de 1819 a 1887. Los últimos 20 años cambió de utilidad hacia algo más amable, sirviendo de “primer hogar” en las antípodas a esas mujeres migrantes que cruzaban el mundo para empezar una nueva vida.
Los Hyde Park Barracks forman parte de los llamados convict sites de Australia, una red de antiguas prisiones, cuarteles y barracones que son Patrimonio de la Humanidad desde 2010.
Creemos que es muy importante conocer la historia de los lugares que visitamos. Así se saca mucha más chicha al viaje y se aprende fácil y rápidamente. Por eso, para nosotros, los Hyde Park Barracks son algo imprescindible que visitar en Sydney y, por supuesto, están en la lista de mejores planes que hacer en Australia.
Vamos, que estamos seguros de que, si te interesa la Historia, vas a disfrutar de esta visita “virtual” tengas pensado venir Down Under o no. Ponte cómodo, ¡que empezamos!
Contents
Cómo llegar a los Hyde Park Barracks
Los Hyde Park Barracks están en pleno centro de Sydney, por lo que no vas a tener ningún problema en llegar, tanto si conoces bien la ciudad como si acabas de aterrizar.
El museo está a apenas 5 minutos caminando de dos estaciones de tren: St James (líneas 2, 3, 4 y 8) y Martin Place (línea 4). Si prefieres el bus, justo enfrente de Hyde Park paran muchísimas líneas, procedentes prácticamente de toda la ciudad.
Aunque en Sydney no hay, ni mucho menos, los problemas de tráfico de otras grandes ciudades, no te recomendamos usar el coche por el centro. Ya no solo es que éste es relativamente compacto y que hay varias opciones de transporte público, sino que el aparcamiento por allí es prácticamente inexistente.
Como imaginarás, en los Hyde Park Barracks no hay parking para coches ni para bicis. El estacionamiento en la calle es muy, pero que muy limitado y, por supuesto, hay parquímetros. El lugar más cercano donde podrías dejar el coche es en el Wilson Parking-Domain Car Park, detrás de la catedral de Sydney.
Si necesitas más info sobre el transporte público de la ciudad, tienes un montón de consejos, precios, horarios y tarjetas en este post sobre cómo moverse por Sydney
Visita a los Hyde Park Barracks
En nuestro caso, llegamos pronto por la mañana y, según nos dijeron los voluntarios que nos recibieron en la puerta, fuimos los segundos del día. Por eso, y porque era un viernes, estuvimos prácticamente solos. ¡Un gustazo! Creemos que, si puedes ir entre semana, no vas a encontrar mucha gente prácticamente a ninguna hora.
Nada más pasar al recinto, nos recibieron unos voluntarios (que se ven mucho en museos y lugares a visitar en Australia) muy majetes, que nos indicaron dónde comprar las entradas. En esa salita ya vas a poder ver un mapa grande de Australia con la localización de los diferentes convict sites que hay por todo el país.
Con tu entrada te van a dar, gratis, la audioguía. Ésta es imprescindible para hacer tu visita a los Hyde Park Barracks porque va narrando, en la voz de quienes por allí pasaron, qué es cada cosa y cómo era el día a día en cada uno de los periodos. Ojo, que la audioguía funciona de manera automática, es decir: según te vayas acercando a una sala, un panel o un objeto, empieza a hablar; si te alejas, se calla. Esto es un poco rollo si eres inquieto, pero se le pilla el truquillo fácilmente y es una gozada escuchar las vivencias de las personas que pasaron por los Barracks.
La visita a los Hyde Park Barracks se divide en cuatro zonas, que corresponden a cuatro épocas diferentes:
1. Convicts Colony (1788-1819)
Se accede directo desde la sala donde venden las entradas. Esta zona es sobre todo introductoria, para que nos hagamos una idea de cómo eran los primeros convictos (qué delitos habían cometido, cuántos años de condena tenían…) y cómo era la Australia que se encontraron.
Desde el principio, la actual Sydney fue el asentamiento principal. Allí se utilizaba a los convictos como mano de obra para levantar la ciudad y para trabajar los campos. Así, para los británicos, los presos eran “trabajadores” que estaban construyendo, prácticamente a coste cero, el nuevo asentamiento y que, como no había manera humana de escaparse de la isla, o trabajaban muchísimo o se morían de hambre, literalmente.
Por esto, en los primeros treinta años, todos en la colonia disfrutaron de una relativa tranquilidad y, los convictos, de bastante libertad. Tanta, que podían buscarse ellos mismos el alojamiento. Cuando el famoso gobernador Macquaire llegó a Sydney, eso le pareció un descontrol absoluto. Para poder controlar mejor a los convictos, ordenó construir los Hyde Park Barracks, donde se iban a alojar a partir de ahora.
Justo en este momento, hay que pasar al edificio principal y subir directo a la tercera planta. Ahora sí, empieza la historia de los Hyde Park Barracks como tal:
2. Control (1819-1826)
Llega una nueva época y, con ella, una mayor disciplina para los convictos. Antes de instalarse en los barracones, tenían que dejar todas sus pertenencias y pasar a vestirse con una especie de uniforme; tenían que dormir todos juntos en poco espacio, las raciones de comida no eran todo lo abundantes que deberían, se exigía más en el trabajo…
¡Por cierto! Precisamente para poder seguir unas rutinas de trabajo mucho más marcadas, se construyó el reloj de la fachada. Hoy, sigue funcionando y es el más antiguo de Sydney.
En las diferentes salas de este piso vas a ver maquetas sobre el proceso de construcción de los Hyde Park Barracks, y las herramientas y diferentes objetos que usaban, tanto en el trabajo como en “casa”. A nosotros, lo que más nos llamó la atención fue la sala con las hamacas, el dormitorio, con un montón de estas “camas” prácticamente pegadas las unas a las otras.
En este punto de la visita a los Hyde Park Barracks también se ve cómo empiezan a explorar más allá del centro de Sydney para poder extraer la mayor cantidad de recursos.
3. Fear (1826-1848)
Iban llegando más y más free selters (colonos libres, no convictos) y, aunque durante este periodo superaron en número a los presos, siguió creciendo también Australia como colonia penal. Tanto, que los libres empezaron a temer por su seguridad y a pedir que finalizaran los transportes.
El nuevo gobernador (que se llamaba Darling, un apellido que no le pegaba mucho, por lo visto) decidió que era el momento de endurecer las condiciones de vida de los convictos y de introducir el castigo físico. Los testimonios coinciden en que los Hyde Park Barracks entonces eran un sitio asqueroso, lleno de gente y con un montón de ratas (aviso: hay varias “momias” de ratas expuestas, que pueden dar mucha grima).
En esta época, como comentábamos, se intenta expandir el territorio a toda costa, por lo que empiezan también los conflictos con los aborígenes. Algunos de ellos acababan en auténticas masacres, como la de Myall Creek Station (al norte de New South Wales) que está representado de una manera muy gráfica y emocionante en el museo.
Para ilustrar ese giro hacia el castigo, en esta planta están expuestos un látigo, esposas y grilletes. Para contrarrestar un poquito, también hay expuestos algunos “pequeños placeres” como antiguas pipas de fumar, botellas o fichas de juego.
4. Hope (1848-1887)
En 1848 terminan los transportes de convictos desde Inglaterra a Australia. Los convictos (se calcula que solo un 5% de los que llegaron abandonaron el país cuando terminó su pena) se integran en una sociedad moderna, con muchas ganas de trabajar y prosperar y con esperanza en el futuro. Las tierras australianas son fértiles, hay minas y las ciudades empiezan a florecer a toda velocidad.
Ya no era necesario tener un lugar de reclusión para los convictos.
A mediados del siglo XIX, Australia necesitaba ser poblada, por lo que las autoridades directamente pedían gente en Gran Bretaña para que viniera a trabajar. Estaban especialmente interesados en que vinieran mujeres jóvenes, para nivelar un poco una población que era en gran parte masculina. Por eso, los Hyde Park Barracks acabaron siendo un centro de recibimiento y colocación para las mujeres que iban llegando en los barcos. Gran parte de ellas eran familiares de colonos ya instalados aquí o irlandesas, pues en esta misma época Irlanda estaban sufriendo la Gran Hambruna (1845-1849).
Hyde Park Barracks ya no era una cárcel, sino que las chicas comían, se aseaban, rezaban, cosían jugaban, y estaban bien cuidadas por profesionales (matrons), que las ayudaban a encontrar trabajo (generalmente como asistentas domésticas en cualquier rincón del país). Con el tiempo, por desgracia, se tuvo que convertir en una especie de centro de acogida para muchas de esas mujeres, que se veían solas, sin trabajo, sin dinero ni lugar a donde poder ir.
En este último apartado de la visita a los Hyde Park Barracks vas a poder ver expuestas algunas de las pertenencias con las que las chicas llegaban. Generalmente era ropa de la época, la Biblia, algunos artículos de higiene y, quizá, un recuerdo de “casa”… casa a la que la enorme mayoría, por cierto, nunca volvió ni de visita.
Fin de la visita a los Hyde Park Barracks
Para rematar, justo antes de la salida, hay una sala con tres pantallas enormes en las que se van turnando diferentes personas que cuentan cómo su historia está relacionada con este lugar histórico: líderes aborígenes, descendientes de convictos o de chicas que huyeron de la hambruna irlandesa, descendientes de víctimas de la masacre de Myall Creek Station… ¡Un auténtico lujazo!
A nosotros nos encanta escuchar o leer historias reales de personas reales, así que no se nos ocurre un mejor cierre a la visita. Además, esta parte de la exposición lanza un valiosísimo mensaje de fraternidad y de unión entre los pobladores originarios, los que llegaron a cumplir una condena y los que vinieron persiguiendo una vida mejor. Todos ellos, hoy, son Australia.
Consejos para visitar los Hyde Park Barraks
- Hacer fotos está permitido, siempre y cuando no molestes al resto de visitantes
- En el patio central hay fuente de agua y baños gratis
- Tienes la opción de comprar el típico libro-souvenir (que cuesta 10 dólares) y está bastante completo, con fotos, historia y datos curiosos.
- Al final de todo el recorrido hay, cómo no, una tienda. En ella hay un apartado especial con libros sobre Australia súper atractivo. Te prometemos que es difícil irse con las manos vacías…
- Si vas siguiendo la audioguía, visitar los Hyde Park Barracks te tomará una hora y media, más o menos. Aun así, sobre todo si te apasiona la Historia, te recomendamos que calcules un par de horas o, incluso, dos horas y media.
- No hay cafetería, por lo que puedes llevarte algo de picar para comer en el patio. Una vez salgas, estarás en pleno centro de Sydney por lo que no te va a costar encontrar sitios donde comer.
- Nosotros no viajamos con niños, pero no nos pareció un lugar que pudiera asustar a los más pequeños. De hecho, creemos que los objetos antiguos y los paneles animados les pueden llamar mucho la atención.
Horario y precio de la visita a los Hyde Park Barracks
Vas a poder visitar los Hyde Park Barracks de martes a domingo de 10 de la mañana a 5 de la tarde (¡así son los aussie-horarios!)
La entrada cuesta 24 dólares, un buen pellizco… ¡pero te prometemos que merece la pena! Los niños hasta 5 años pasan gratis y de 5 a 15 pagan 16. Si eres residente en el estado de New South Wales y puedes demostrarlo, te hacen un 20% de descuento.
Puedes comprar tus billetes tanto en taquilla como online. El precio es el mismo y no suele haber grandes colas, así que nosotros lo hicimos directamente allí.
Si te gusta la historia, tienes tiempo y te apetece, además de visitar los Hyde Park Barracks, ver algún otro museo de la ciudad, te puede convenir (mucho) hacerte con un Sydney Museums Pass. Este incluye la entrada a diez museos y casas históricas de la ciudad y de sus alrededores, incluyendo el Justice & Police Museum, la Susannah House en The Rocks o el Museo de Sydney. Es válido durante un mes y cuesta 25 dólares. Vamos, ¡que conviene un montón! Puedes encontrar más info en la web oficial de Sydney Living Museums.
Qué ver cerca de los Hyde Park Barracks
Como te comentábamos al principio, estos barracones están en el corazón de la Sydney antigua, en la parte con más historia de la ciudad, y probablemente de toda Australia. Por eso mismo, te recomendamos que, cuando vayas a visitar los Hyde Park Barracks, aproveches para darte una vuelta por la zona. Allí están algunos de los lugares más bonitos e interesantes que ver en la metrópolis:
- The Mint: Es el edificio público más antiguo de Sydney. Aunque se construyó como parte de un hospital, rápidamente pasó a ser casa de la moneda
- Iglesia de St James: Está justo enfrente (parece tomado al milímetro) de los Hyde Park Barracks, fue una de las primera iglesia de Australia.
- Hyde Park: El parque público más antiguo de Australia, que se llama precisamente como el más famoso de Londres. Allí hay varias estatuas, fuentes y, por supuesto, el monumento al Anzac.
- Catedral de St Mary de Sydney: Fundada en 1821, al contrario de lo que esperábamos, es un templo católico.
- Galería de Arte de New South Wales: Allí podrás ver arte aborigen, australiano y europeo (incluidos un Van Gogh y un Monet) de diferentes épocas, además, ¡es gratis!
- Biblioteca estatal de New South Wales: Ésta es una biblioteca enorme y chulísima, abierta a todo el mundo. Tiene una pequeña parte de museo, tienda, y su sala principal bien merece un vistazo. No puede faltar en la lista de mejores librerías y bibliotecas de Sydney.
- Dos de los grandes landmarks de la ciudad, como son los Jardines Botánicos y la Opera House, están a solo 10 y 20 minutos caminando, respectivamente.
Mapa: Visitar los Hyde Park Barracks
Y hasta aquí, toda la info que necesitas para poder visitar los Hyde Park Barracks. Esperamos que los hayas puesto ya mismo en tu lista de lugares que ver en Sydney y, si no, que al menos hayas aprendido un poquito más este capítulo tan interesante de la historia de Australia.
Si tienes alguna duda más, o ya has estado y quieres compartir tu experiencia para ayudar, así, a otros viajeros, los comentarios son todo tuyos. Thanks mate!
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